Paciencia, tolerancia y amor en tiempos de aislamiento social

Miércoles 1 de abril, con la alacena casi vacía después de más de dos semanas de aislamiento obligatorio, me puse la mascarilla, los guantes, los lentes y un gorro, y me alisté con coche en mano para salir a conseguir los víveres para una semana más de confinamiento, pues mi esposa, lamentablemente, es asmática y por su condición no quería exponerla. Por ello, hoy más que nunca es importante saber equilibrar la responsabilidad como esposo, padre y profesor que realiza su trabajo en línea desde casa en tiempos del COVID-19.

Sin embargo, estoy seguro de que esto no les suena nada extraño, ya que, al igual que yo, muchos de ustedes tuvieron, tienen y tendrán días con actividades muy similares y que incluso al retornar debemos, en primer lugar, tomar todas las medidas necesarias de bioseguridad para ingresar a nuestros hogares, luego colaborar con nuestros hijos en responderles alguna consulta de sus actividades escolares del día y que, en vez de decir “al fin, acabé”, debíamos retomar el trabajo desde casa, pues, por ejemplo, en mi caso coordinando con algún alumno la asesoría académica que necesitaba recibir o enviar algún correo a determinado padre de familia.

Por ello, nos hemos convertido en padres multifacéticos, y no es que recién lo seamos, sino que, en estos días, somos todo al mismo tiempo y para el mismo día, así que los primeros en comprenderlos en su labor de manejar su familia, estimados padres, somos los docentes, pues nuestra situación es similar. Así mismo, reconozco en ustedes, en mis compañeros docentes y en otros padres de nuestro país su resiliencia, ya que, ante tanta noticia complicada, los hijos ven primero nuestras reacciones y oyen nuestros comentarios, los cuales son, por más complejos que sean los días venideros, frecuentemente de aliento y esta es la tranquilidad que transmitimos a nuestros hijos, debido a que somos los primeros noticieros que ellos escuchan. Lamentablemente, a los hechos no les importan los sentimientos, pero, a nosotros,  los padres sí.

Ante ello, está en nosotros el enviar un mensaje positivo a nuestros hijos de las actividades escolares que vienen realizando para que encuentren la templanza necesaria, progresen en la aplicación de este nuevo modelo de desarrollo de clases a distancia y alcancen los aprendizajes necesarios a su edad. Además, siendo ellos ‘nativos digitales’ es ahora su gran oportunidad para desenvolverse en aquellas competencias que tanto les agrada y puedan categorizar que nuestra sociedad, lo vemos con esta pandemia, está y estará sujeta a una serie de cambios y como Jobs (2012) afirmó: “La gente siempre teme el cambio. La gente temía la electricidad cuando fue inventada, ¿no?”, así que debemos darles las herramientas para enfrentar de la mejor manera este nuevo proceso. ¡Ánimo, estimados padres!

Muchos nos hemos visto ansiosos ante este cambio. Por ejemplo, para elaborar un Powtoon, video que utilicé para explicar un tema, invertí aproximadamente cuatro horas en una grabación que al final duró dos minutos y medio. Sin embargo, al ver lo alcanzado, uno se llena de alegría, satisfacción, incluso de orgullo, porque pude elaborar por primera vez   algo que veía muy complicado. ¿Y nuestros alumnos? En lo formativo, hay que abrirles los ojos y mostrarles lo que hacen día a día, felicitarlos y que, de ello, se sientan contentos. Hay que ayudarlos a reconocer que están desarrollando una gran autonomía acorde a su edad, ya que el hecho de leer, organizarse y cumplir lo asignado es producto de su independencia; así mismo, se acrecienta el sentido de la responsabilidad, pues ellos podrían dedicarse a jugar, pero es su compromiso con su aprendizaje lo que los mueve a cumplir y presentar lo solicitado, incluso se observa esa responsabilidad cuando los vemos conectados a las ocho de la mañana para la videoconferencia de la tutoría inicial.

Por otro lado, en cuanto a lo académico, cultivamos la curiosidad y desarrollamos la sostenibilidad de las habilidades de indagación al tener un acceso inmediato a la información y de reflexión al asociar en reiteradas ocasiones los diferentes contenidos de nuestros cursos a la realidad que estamos viviendo; no obstante, el colegio -siempre considerando la diversidad en cuanto al proceso de aprendizaje de nuestros estudiantes- mantiene una gran flexibilidad en la recepción de las actividades planteadas, puesto que respetamos los distintos tiempos que cada alumno pueda tener en dicho proceso.

Finalmente, mientras todos esperamos que esto pase, creo que el mejor antídoto es una ‘gran’ dosis de paciencia, tolerancia y amor, pues una adecuada convivencia es cardinal para vivir en armonía, reducir al máximo el estrés y poder lidiar con situaciones nuevas, pues muchos de nuestros hijos por primera vez han lavado platos o sacado la basura.  Ante ello, nosotros, los profesores, les tendemos nuestra mano padres de familia para que juntos podamos ser, en estos días, el soporte que sus hijos necesitan en todo aspecto, ya sea en lo emocional, lo académico o lo social y para que, como una verdadera comunidad educativa, logremos que ellos puedan salir adelante de este periodo tan único y complicado que les ha tocado vivir.

Juan Carlos Marín Camacho
Profesor y tutor de Middle School San Pedro

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