El poder de los hábitos y las rutinas: Su importancia en la construcción de la personalidad.

Los hábitos repetitivos de los actos cotidianos, ayudan a construir un equilibrio emocional que proporciona a los alumnos un mecanismo muy importante para su educación y para la construcción de su personalidad.

Si bien hábitos y rutinas no son lo mismo, deben ir de la mano. El hábito es un mecanismo estable que crea destrezas y que se usan en distintas situaciones, por ejemplo, la higiene, el abrocharse, etc.

La rutina es la repetición ordenada y establecida de los hábitos en el día a día. Ambos aportan un mecanismo importantísimo de
constancia y regularidad, por eso son fundamentales tanto en la vida familiar como la escolar.

¿Por qué son tan importantes?

  1. LES DA MUCHA SEGURIDAD. Lo nuevo y desconocido, en ocasiones, puede crear mucha inseguridad y miedo. Saber lo que se tiene que hacer les aporta mucha paz y tranquilidad.
  2. GENERA MAYOR PERSEVERANCIA Y CONSTANCIA. Los adultos debemos enseñarles el organizar su vida mediante horarios estables, es decir de la rutina con actividades cotidianas de todos los días.
  3. LES AYUDA A DESCUBRIR EL MUNDO. Al repetirse los rituales diarios se va asimilando un esquema interno que convierte su mundo en lugar predecible y seguro.
  4. MEJORAN EL AMBIENTE FAMILIAR. Si el niño asimila desde pequeño, que es algo que hay que hacer, muchas veces se evitarán discusiones innecesarias
  5. SE LES PUEDE ENSEÑAR VALORES COMO LA COOPERACIÓN. Si bien hay cosas que el niño tendrá que hacer por sí mismo, habrán otras que se deben realizar en grupo y eso ayuda a fomentar la cooperación y la solidaridad.
  6. APRENDE A VALORAR LAS COSAS. Así como los hábitos y rutinas son buenos también lo es el ser flexible. No pasará nada si un día se cambia la rutina y se saltan algunos pasos, al contrario, eso mostrará el valor de las cosas.

¿Qué hábitos son importantes desarrolar con nuestos niños?

  • Hábitos de alimentación Saludable.
  • Buen hábito de sueño.
  • Buenos hábitos de higiene.
  • Hábitos de orden.
  • El hábito de hablar en un tono adecuado.
  • Hábito para el estudio.
  • ¡El hábito de querernos mucho!

Tatiana Brenner
Psicóloga de Lower School San Pedro

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